La situación actual, favorecida por la crisis, está acentuando un problema cada vez mayor que viene produciéndose en toda España: el impago de las cuotas a la comunidad por parte de las promotoras.
La situación es muy fácil de comprender, pues muchas de las promociones construidas en los últimos años no han podido venderse, como consecuencia de la crisis y la falta de crédito. Esta situación provoca que las promotoras conserven la propiedad de muchas de esas viviendas, lo que da lugar a que demoren el pago de las cuotas mensuales a la comunidad de vecinos. De hecho los nuevos vecinos se ven de obligados a asumir los gastos de mantenimiento del edificio.
Esto hecho favorece que las cuotas se incrementen de manera considerable y los propietarios de pisos de reciente construcción, que acostumbran a pagar unas cuotas entorno a los 50 euros, asuman las deudas. Por este motivo algunas comunidades se han visto obligadas a suplir ciertos servicios como son el mantenimiento o el administrador.
Cuando una comunidad sufre el impago de las cuotas por parte las promotoras, los administradores de fincas intentan averiguar si el banco en el que se hizo la hipoteca del edificio ha iniciado el proceso de apropiación del piso y si está en proceso de ejecución. En algunos casos esto puede alargarse hasta uno o dos años.
Los motivos por los que impagan o se demoran en las cuotas a las comunidades es por la falta de liquidez o por estar en procesos de concurso de acreedores. En los últimos tres años las cuotas han subido casi un 10%, para poder hacer frente a la necesidad de liquidez. Aunque la morosidad se ha disparado, también hace falta más dinero porque el gasóleo, el gas y la electricidad, que implican el mayor gasto en la comunidad, han aumentado de forma significativa en los últimos tres años.
Foto: Grupo Segestión