Viajes, comida, regalos… las fiestas de Navidad son sinónimo de un incremento muy importante de los gastos habituales que cada mes puede tener una familia. El presupuesto aumenta más de un 100 por cien en algunos casos, y la verdad es que la paga extra empieza a ser una utopía en muchos de los empleos actuales.
En esta situación es lógico decir que el consumismo desmesurado que nos invade a todos por las fechas navideñas implica un incremento de los gastos que imposibilita que se pueda hacer frente a todos los pagos previstos. Es decir, la Navidad lleva aparejada en muchos casos un aumento importante de la morosidad. Y en más de un sentido.
Por una parte, la mayoría de los gastos extras relacionados estrictamente con la Navidad los hacemos tirando de las tarjetas de crédito, con lo que las dificultades vienen a la hora de pagar estos dispendios y la morosidad crece cuando pasan estos recibos por el banco, es decir, en enero.
Por otra parte, también aumenta la morosidad en diciembre, ya que algunas personas destinan el dinero del presupuesto habitual a pagar los extras y, por lo tanto, dejan a deber las facturas mensuales, como alquiler, hipotecas…
De todos modos, las dificultades económicas de este año hacen que se espere un descenso de alrededor de un 8 por ciento en el consumo navideño. Pero, pese a esto, se calcula que cada familia gastará unos 600 euros de media solo en compras específicas de Navidad. Un tercio de este presupuesto extra se destinará a la comida, pero hay que incluir gastos en decoración y adornos, regalos para niños y mayores, ocio (salidas con amigos en los días señalados) y, sobre todo en lotería. La estimación de los expertos dice que los españoles gastaremos aproximadamente unos 80 euros por hogar solo en comprar décimos de este juego.
Pese a la austeridad prolongada de la que todos los gobiernos europeos están haciendo gala, es difícil mantenerla durante la Navidad en la que muchos comerciantes esperan aumentar las ventas. Para ello se financian todo tipo de gastos, desde la compra de televisores, viajes, hasta cestas de navidad. Todo ello ayuda en esta época de crisis como la que está viviendo nuestra sociedad, a que exista una repercusión importante en el aumento de la morosidad de las familias.